Es injusto, todos saben al dedillo la obra y milagros de gente como
Newton, Pascal,Descartes, Godel, Fleming, Edison...
pero no son muchos los que conocen al gran Nicola Tesla
al que desde aquí humildemente le rindo pleitesía,
su figura debe ser rehabilitada de inmediato.
No hablamos de un hombre corriente, hablamos de un
científico revolucionario cuyo trabajo
asentó las bases de la Televisión, la radio,
la electricidad inalámbrica...
Nació en Smiljan, un pueblecito de Croacia en 1857
pero su familia era serbia (primer problema para Nicola),
ya desde pequeño apuntaba maneras y demostraba
una prodigiosa memoria, sus padres viendo sus facultades
cuidan su educación y lo llevaron al instituto
politécnico de Gratz, para matricularlo
posteriormente en la Universidad de Praga donde
sin muchas dificultades obtuvo la graduación de ingeniero.
Estaba graduado en la ciencia de la vanguardia por una de las mejores universidades
del este de Europa, eso le ayudó a encontrar rápidamente un empleo en las oficinas Edison de París y posteriormente en las de Estrasburgo. Curiosamente fue estrecho colaborador de Edison en EEUU, pero no adelantemos acontecimientos.
Decidido a encontrar un futuro mejor como inventor se trasladó a EEUU con un montón de ideas en la cabeza, sabía que Edison era el hombre del momento, y que EEUU era la potencia mundial por excelencia, así que como hombre práctico que era se fue directamente a por lo que quiso.
Al desembarcar iba vestido de forma horrible con un traje viejo y llevaba tan sólo 4 centavos en el bolsillo pero se fue directamente a las oficinas de Edison y le dijo: Quiero trabajar con usted.
Edison en aquella época era el hombre más influyente del paí para que os hagáis una idea: cuando inventó la bombilla declaró sin pestañear que había conseguido una fuente de energía y calor mucho más barata que el carbón. Al día siguiente las empresas de carbón cayeron en picado en la bolsa.
No le costó mucho trabajo a Tesla convencer a Edison para trabajar en su laboratorio, imaginad el laboratorio con dos de las mentes científicas más brillantes del siglo XIX y XX bullendo ideas, dos caracteres muy fuertes por cierto. De hecho todos empezaron a rendirse al ingenio de Tesla, los celos de Edison eran patentes: terminó por despedirlo.
Tesla tenía una idea genial que le daba vueltas todo el rato: un sistema de electricidad con la polaridad alterna, que el polo positivo y el negativo no estuvieran fijos, sino que la polaridad de la corriente cambiara contínuamente. Necesitaba dinero, pero estaba decidido: dirigiría su propio laboratorio.
Como buenamente pudo se contruyó su laboratorio y allí desarrolló el invento por el que ha pasado a la posteridad para la mayoría de la gente: El generador de corriente alterna, lo utilizamos para casi todo (los de corriente contínua son las pilas de la radio o la batería del coche, pero los más importantes que usamos son de corriente alterna)
Un año después el inversor George Westinghouse se interesa por su invento y le compra la patente. Hoy en día las empresas Westinghouse siguen dominando el mercado de la energía eléctrica mundial.
Con el apoyo financiero de Westinghouse Tesla desarrolló el sistema necesario para dar electricidad a todo Buffalo usando la energía de las cataratas del Niágara en 1895.
Pero los logros de Nicola no se acabaron ahí: descubrió en uno de sus experimentos (no se cansaba de investigar, haz un puzzle hombre, vete al cine, colecciona sellos... no sé hombre haz algo) , que haciendo vibrar la energía a determinada frecuencia, la misma carga eléctrica de la tierra funcionaba como elevador de la tierra aumentando ilimitadamente la energía que llegaba al destino. Es decir, usar la energía de la tierra para que una emisión de energía se intensifique hasta el infinito... al menos esto en la teoría, pero ¿podría hacerlo en la práctica? Todo era cuestión de probarlo. El problema que tuvo a principios del siglo XX fue la falta de financiación, empezaban a considerarle excéntrico y las grandes empresas energéticas le retiraron la pasta.
En 1899 un amigo le convenció para que se fuera a Colorado Springs a trabajar para una empresa para la que trabajaba él y también pudo convencer a los empresarios de que dejaran a Tesla trabajar con la energía que le pudieran dar, que no se arrepentirían.
A fe que no lo hicieron, porque Tesla sorprendió de nuevo a todo el mundo con la aparición de otro invento: La bobina de Tesla
Por fin había conseguido su propósito de transmitir electricidad sin cables: iluminó lámparas a 40 km de la torre, incluso algunas de las láparas presentes en la demostración eran los nombres iluminados de los científicos invitados. Este Tesla tan teatrero como siempre...
En cierta ocasión en el Madison Square Garden de New York hizo una demostración de control remoto, teledirigiendo un barquito al que le incorporó un sistema de voz ante el asombrado gentío.
Una vez dominado el tema de la electricidad inalámbrica se empezó a obsesionar con lo de la energía ilimitada, en uno de sus experimentos consiguió una tensión de 4.000.000 de voltios, para que os hagáis una idea un rayo tiene aproximadamente 180.000 voltios si hacemos números 4 millones/ 180.000 = 22.22 rayos aproximadamente. El laboratorio saltó por los aires y se fundieron todos los generadores de la compañía para la que trabajaba. Lo pusieron en la calle, claro.
El financiero P.J. Morgan se interesó en uno de sus proyectos más grandilocuentes: la energía globalizada a nivel mundial de forma gratuita, o al menos a un precio casi simbólico. Claro que el empresario no lo sabía, Tesla le comió el coco para que pensara que era un sistema para controlar el monopolio de la energía mundial, Tesla le confesó la verdad en una borrachera.
La base del invento era no usar cables: usar electricidad inalámbrica, como hoy en día usamos las ondas de los teléfonos móviles. La idea se desarrollarí,a con la edificación de enormes torres repartidas por todo el mundo.
P.J. Morgan dio el visto bueno, pero empezó a desconfiar del proyecto: era desmesuradamente caro y eso de que la energía fuera gratuita... pues como que no le cuadraba, era un hombre de negocios no una hermana de la caridad. Y cuando Tesla le confesó la verdad... pues lo de siempre claro.
A todos los problemas estos, se le sumaban otros: ya no tenía buena prensa, afirmó en cierta ocasió que había recibido ondas de radio de Marte, por supuesto que nadie le creyó
En otra ocasión estaba con unos periodistas y Tesla sacó un oscilador de bolsillo de su americana, colocándolo en una viga de una obra; todos los alrededores de donde se encontraban empezaron a temblar, cuando los periodistas se asustaron bastante Tesla cogió el inventito y afirmó que con esas ondas podía echar abajo el Empire State Building, pero ADEMAS intensificando lo suficiente esas ondas podía partir la tierra en dos como una naranja.
Nicola pensaba que se asombrarí todo el mundo y que le pedirían más detalles pero lo único que consiguió fue que lo tildaran de científico loco. Claro todo el mundo pensaba que no estaba del todo cuerdo, pero es que podía tener razón ¡Cómo iban a dar apoyo a un tipo así!
Hasta aquí la primera parte de las peripecias de nuestro amigo Tesla, si os gusta pondré que pasó con su vida, con su obra, con el gobierno, su coqueteo con los alemanes... bueno de momento no cuento más
